“Cuando tenemos en brazos a nuestro bebé por primera vez en la sala de recién nacidos, nadie nos dice que nuestro hij@ podría ser homosexual. Para cuando sabemos cómo son nuestros hij@s, lo podemos haber lastimado de muchas maneras. Nadie nos enseña cómo ayudar y proteger a nuestros hij@s homosexuales o transgénero. Es posible que pensemos que podemos ayudar al tratar de cambiarlos. Pero, necesitamos quererlos por lo que son». —
Erica, madre de un joven transgénero de 14 años
(rescatado de family acceptance project)
Las personas que se identifican como parte de la comunidad LGBTQ+ han sido históricamente discriminadas y marginadas dentro de la sociedad, enfrentando una serie de factores de estrés relacionados a formar parte de un grupo minoritario. Está bien documentado el impacto que tiene esta discriminación en este grupo en comparación a personas hetero-cis, especialmente en la salud mental. Según investigaciones realizadas por Centers for Disease Control and Prevention, las personas LGBTQ+ tienen mayor probabilidades de ser víctimas de bullying (33%), considerar el suicidio (48%), sentir tristeza y desesperanza (63%) y usar drogas ilícitas (23%) en comparación a sus pares heterosexuales (16%, 13%, 28% y 12% respectivamente). Es importante destacar que esta mayor prevalencia en problemas de salud mental entre personas de la comunidad LGBTQ+ se debe al impacto de los prejuicios, barreras y ataques que reciben por parte de su medio social. Estas agresiones pueden tomar diversas formas, desde lo más explícito como el bullying y violencia física, o implícitas como bromas y comentarios despectivos sobre la orientación sexual.
Las experiencias de discriminación aumentan la angustia y limitan el despliegue de estrategias de afrontamiento efectivas, lo que interfiere con un desarrollo positivo y en el bienestar.
En los últimos años ha estado cambiando la actitud hacia la comunidad LGBTQ+ y a las relaciones de pareja entre personas del mismo género, e incluso han aparecido referentes LGBTQ+ en la cultura popular, redes sociales y medios comunicación. También, el avance en políticas que castigan el daño y la discriminación, como la Ley Zamudio, entre otras, orientadas a generar mayores derechos e igualdades civiles, como la ley de matrimonio igualitario.
Lo anterior es tremendamente positivo, ya que le entrega a los jóvenes LGBTQ+ modelos a seguir y la visión/esperanza de una vida normal como adultos de la comunidad. Pero, las investigaciones aún registran altos niveles de angustia, sintomatología anímica y abuso de sustancia en personas LGBTQ+ en comparación a sus pares hetero-cis como se mencionó anteriormente. Estos resultados deben movilizarnos a seguir trabajando en pos de construir una sociedad que acepte la diversidad de quienes la componen y que incorpore medidas concretas para favorecer el bienestar y salud mental de los diversos grupos sociales.
Como sabemos, el contexto social es de suma importancia para la salud mental de las personas, siendo los más significativos la familia, l@s amig@s, los estudios y el trabajo. Es justamente en la familia, y más específicamente el grado en que esta reacciona y actúa con aceptación hacia su hij@ LGBTQ+ es lo que según la investigación científica muestra una mayor correlación con su bienestar y salud mental.
Son muchos los padres que piensan que para ayudar a sus hij@s a crecer de forma segura y convertirse en adultos exitosos, deben integrarse y adecuarse a sus pares heterosexuales, lo cual muchas veces puede llevar a intentar cambiar la orientación sexual o expresión de género. Se puede reflejar, por ejemplo, en evitar que tenga amigos LGBTQ+, no dejar que se vista de determinada forma, intentar que sea más masculino o femenino, entre otras conductas.
Los padres piensan que estas actitudes son una muestra de amor y preocupación hacia sus hij@s, pero estos pueden percibirlas como una muestra de rechazo y que deberían sentirse avergonzados de quienes son. Más aún, esta forma de intentar ayudar a sus hij@s puede llevar a que se generen conflictos familiares.
Los jóvenes LGBTQ+ que crecen en entornos con alto rechazo familiar hacia su identidad, piensan y sienten que está mal su forma de ser, que deben ocultar quienes son para evitar dañar a su familia o evitar ser echados de sus hogares, lo que genera un impacto importante en su autoestima y estado de ánimo, en su capacidad de quererse y cuidarse a sí mismos, aumentando las conductas de riesgo, tales como las autolesiones, consumo de sustancias, infecciones de transmisión sexual, etc.
Esto no sucede porque los padres sean malas personas o no amen a sus hij@s. El enterarse de la orientación sexual de su hij@ puede causar conflictos internos, miedo a que alguien más los lastime, incertidumbre de no saber cómo reaccionar y manejar el tema.
La forma en que las familias pueden apoyar a sus hij@s LGBTQ+ es a través de una disposición de aceptación, promoviendo un sentido de dignidad y autoestima que le permita valorarse a sí mismo para poder sobrellevar la discriminación y rechazo que pueda enfrentar en otros espacios sociales.
La manera en que las familias reaccionan ante sus hij@s LGBTQ+ tiene un impacto profundo y perdura en el tiempo. Los jóvenes que crecen en ambientes familiares que aceptan su identidad muestran una mayor autoestima, menos probabilidades de deprimirse, de consumir drogas y/o intentar suicidarse. Además, tienen mayor esperanza de una vida feliz y productiva.
Para muchas familias es difícil aceptar e integrar que tienen a un hij@ LGBTQ+, pues además, puede ir en contra de sus creencias religiosas o políticas. Pero, para apoyar a sus hij@s no es necesario cambiar sus creencias más profundas, pues basta con reconocer cuáles son las conductas que pueden dañar la salud mental y cuáles la promueven. Aquí dejamos algunos consejos, respaldados por investigaciones científicas.
Conductas que dañan |
Conductas que favorecen |
Evitar que su hij@ tenga amistades LGBTQ+ |
Dar la bienvenida a su hogar a las amistades LGBTQ+ de su hij@ |
Llevar a su hij@ a un terapeuta para que cambie su orientación sexual. |
Participar en grupo de apoyo para familias con un integrante LGBTQ+ |
Decirle a su hij@ que “baje la intensidad” a como se viste o expresa. |
Apoyar la expresión de género de su hij@ |
No permitir que hable sobre su identidad LGBTQ+ |
Respetar y usar el pronombre y nombre social elegido por su hij@ |
Permitir que otros hablen de forma despectiva de la comunidad LGBTQ+ enfrente de su hij@ |
No callar cuando escuche comentarios negativos sobre la comunidad LGBTQ+ |
No permitir que se vista, maquille o peine con estilos que expresen su identidad. |
Preguntarle a su hij@ si necesita ayuda para decirle a otras personas sobre su identidad |
Joaquín Bustos Salazar
Psicólogo Clinico UAI
Facilitador Equipo Senderos
Fundación iguales
https://iguales.cl/
Fundación juntos contigo
https://fundacionjuntoscontigo.org/nosotros.html
Familias por la diversidad
https://familiasporladiversidad.org/
Organización trans diversidades
https://otdchile.org/
Circular n°812 identidad de género en ámbito escolar
https://www.supereduc.cl/contenidos-de-interes/circular-n812-garantiza-el-derecho-a-la-identidad-de-genero-de-ninas-ninos-y-estudiantes-en-el-ambito-educacional/
Strong family alliance (inglés y español)
https://www.strongfamilyalliance.org/es/
Family Acceptance Project (inglés y español)
https://familyproject.sfsu.edu/
Las siglas de la comunidad LGBTIQ+ está formado por las palabras lesbiana, gay, bisexual, transgénero, transexual, travesti, intersexual y queer. El símbolo + representa a todos los colectivos que no están en las siglas anteriores.
Cisgenero corresponde a aquella persona que está conforme con su identidad de género asignada al nacer (ej, alguien que nació mujer y se identifica como tal). Las personas Cis pueden ser bisexuales, homosexuales o heterosexuales. Cuando se da el último caso, hablamos de una persona hetero-cis, el ideal de lo que nuestra sociedad percibe como “normal”
Orientación sexual: atracción física, emocional, erótica y afectiva que sentimos hacia otra persona.
Identidad de género: vivencia del género tal y como cada persona lo experimenta, por lo que puede corresponder o no con el sexo biológico.
Expresión de género: cómo mostramos nuestro género al mundo, a través del nombre, la ropa que usamos, nuestros comportamientos, interacciones, etc.