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Bienestar psicológico y adolescencia

Cuando pensamos en la adolescencia solemos verla como un periodo turbulento entre la infancia y la adultez. Ejemplos de esto lo podemos encontrar en nuestra cultura popular (series, películas, novelas etc.) en donde se ve a la adolescencia como un periodo tormentoso, con altibajos emocionales, plagado de decisiones impulsivas y conductas insensatas.  Incluso es una broma recurrente entre algunos padres jóvenes el aprovechar de disfrutar de sus hij@s pequeños antes de que lleguen a “esa edad”. Si bien es una broma y los padres no dejan de querer a sus hijos cuando estos se convierten en adolescentes, si refleja la visión -muchas veces pesimista- que como sociedad tenemos sobre la adolescencia.

Mitos de salud mental en la adolescencia

Es necesario avanzar en nuestra concepción de la adolescencia, pasar de verla como un periodo de extrema turbulencia e inestabilidad emocional a entenderla como una etapa de especiales oportunidades para el desarrollo evolutivo, entre las que se encuentra el establecimiento de una autonomía positiva (Güemes-Hidalgo, Ceñal & Hidalgo. 2017).Un primer paso para lograr esto es despejar algunos de los mitos que existen sobre la adolescencia, ya que de no hacerlo corremos el riesgo de no identificar los verdaderos indicadores de riesgo, perjudicando el que podamos tomar las medidas adecuadas a tiempo.

1er mito: Todos los adolescentes experimentan este periodo de forma turbulenta.

Es una construcción compartida de que la adolescencia es un periodo de altibajos emocionales, crisis de identidad, rebelión contra la familia y sus valores. Se llega a pensar que es una experiencia compartida por todos los adolescentes y que incluso es necesario para su desarrollo. Sin embargo, en los últimos años se ha realizado investigación científica que señala que, si bien esto puede ser cierto para algunos adolescentes, no todos viven este periodo con la inestabilidad que se le representa. Incluso se ha encontrado que el 80% de los adolescentes no experimentan esta turbulencia, se relacionan bien con sus familias y pares, y están cómodos/acordes con sus valores sociales y culturales. (Offer & Schonert, 1992)

2do mito: La adolescencia es un periodo de muchos cambios emocionales.

Este mito se encuentra en estrecha relación con el anterior. Se suele creer que la adolescencia normal conlleva inequívocamente una emocionalidad intensa y constantes cambios en el estado de ánimo. Esta caracterización de la adolescencia se basa en los cambios físicos, psicológicos y sociales por los cuales pasan los jóvenes. y se reafirma por la manera en que son retratados en las películas, series y libros, donde justamente son representados como personas inestables emocionalmente e impulsivas.  Sin embargo, la evidencia científica apunta a que los adolescentes no experimentan más cambios emocionales que los niños.(Offer & Schonert, 1992)

3er mito: El pensamiento de los adolescentes es irracional e infantil.

Desde el punto de vista de un adulto puede verse al adolescente como alguien que no piensa racionalmente, es más, se puede creer que -a raíz del segundo mito- sus cambios emocionales interfieren en su forma de pensar. No obstante, el pensamiento de un adolescente está lejos de ser infantil, Según lo que sabemos de desarrollo cognitivo en la adolescencia emerge el pensamiento abstracto dejando atrás el pensamiento concreto. Esta nueva etapa se caracteriza por nuevas habilidades para considerar posibilidades, hipotetizar y pensar soluciones. Las cuales son características del pensamiento adulto.

El derribar algunos de los mitos que enturbian la concepción que tenemos sobre la adolescencia es fundamental para enfocarnos en las temáticas de real complejidad. En los últimos años han aumentado las problemáticas de salud mental en los adolescentes (llegando a un 16,5%), siendo el suicidio una de las tematicas más preocupantes. Según estudios del Minsal (2018), el suicidio es la segunda causa de muerte entre los jóvenes, teniendo Chile las tasas más altas de la región latinoamericana.

Cuando pensamos en el bienestar psicológico de los adolescentes debemos priorizar la prevención de dificultades de salud mental. La importancia de esto radica en “la posibilidad de que las experiencias de los individuos durante este período pueden perpetuarse en la adultez, influyendo y configurando en gran medida sus futuras interacciones sociales y bienestar” (Caqueo-Urizar, Mena-Chamorro. Flores, Narea e Irarrazaval, 2020).

Señales de alerta en la adolescencia

Para poder cuidar de forma preventiva la salud mental de nuestros adolescentes debemos conocer cuáles son las señales que podría estar desarrollando algún problema psicológico. Si bien al ser la adolescencia un periodo de cambio y transición, que se den cambios abruptos y repentinos de conducta puede ser uno de nuestras primeras señales de alerta. Algunas de las señales que debemos estar atentos incluyen:

  • Pérdida de interés o abandono de los pasatiempos favoritos.
  • Inesperada reducción del rendimiento académico.
  • Aislamiento excesivo.
  • Abandono y distanciamiento de amigos y grupos sociales.
  • Llanto repentino y mal humor excesivo.
  • Cambios bruscos en los patrones de sueño y apetito.
  • Expresar desesperanza o inutilidad.

Es fundamental estar atento a la conducta de nuestros jóvenes para poder intervenir a tiempo en favor de su bienestar. Si observamos algunas de las señales anteriormente mencionadas u otras señales más graves y explícitas, tales como afirmaciones suicidas, consumo de drogas, cortes, debemos acercarnos a conversar con él/ella y de ser necesario consultar con un profesional de la salud mental.

Sentido de pertenencia y bienestar

Se  ha realizado bastante investigación sobre los factores de riesgo y protectores de la salud mental de los adolescentes. Un elemento que aparece como especialmente relevante en el bienestar de los jóvenes es el sentido de pertenencia a un grupo.

La necesidad de pertenencia es una motivación universal de los seres humanos, que consiste en la necesidad de tener interacciones afectivamente positivas en un contexto social estable. En la adolescencia es particularmente importante ya que los jóvenes están en pleno desarrollo de su identidad, explorando diversos grupos sociales, roles y estilos. La forma en que el adolescente se relaciona consigo mismo está estrechamente relacionada por la calidad de sus relaciones sociales. Adolescentes que se sientan aislados o poco efectivos socialmente pueden tender a desarrollar una menor autoestima.

Es en el grupo de pares donde los adolescentes pueden compartir, afirmar o cuestionar sus comportamientos, emociones y pensamientos, recibiendo feedback y desarrollando una identidad por medio del vínculo y aceptación de su grupo. La investigación científica ha encontrado que los adolescentes que establecen vínculos de amistad con sus pares tienen una autoestima más alta, mejores competencias sociales y cooperación social. El sentirse integrado en el grupo de pares permite al adolescente desarrollar mayores recursos y seguridad para afrontar situaciones problemáticas. (Calero, Barreyro, Formoso, Injoque-Ricle, 2018)

Son los mismos adolescentes quienes destacan la contención y el apoyo de los amigos y de la familia, y la participación en actividades comunitarias como elementos valiosos para evitar caer en conductas de riesgo o desadaptativas. Como familiares o cercanos de un adolescente podemos contribuir enormemente a su bienestar apoyando y favoreciendo la integración a un grupo de pares ya sea dentro de la escuela o fuera de esta.

Joaquín Bustos S.
Psicólogo

Bibliografía

Calero, A, Barreyro, J, Formoso, J, & Injoque-Ricle, I. (2018). Inteligencia emocional y necesidad de pertenencia al grupo de pares durante la adolescencia. Subjetividad y procesos cognitivos, 22(2) Recuperado en 29 de marzo de 2022, de http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1852-73102018000200003&lng=es&tlng=es.

Caqueo-Urízar, A, Mena-Chamorro, P, Flores, J, Narea, M, & Irarrázaval, M. (2020). Problemas de regulación emocional y salud mental en adolescentes del norte de Chile. Terapia psicológica, 38(2), 203-222. https://dx.doi.org/10.4067/S0718-48082020000200203

Güemes-Hidalgo, M. & González-Fierro, M.J. & Vicario, M.I.. (2017). Desarrollo durante la adolescencia. Aspectos físicos, psicológicos y sociales. Pediatria Integral. 21. 233-244.

Offer, D & Schonert-Reichl, K. (1992). Debunking the Myths of Adolescence: Findings from Recent Research. Journal of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry. 31. 1003-14. 10.1097/00004583-199211000-00001.

Páramo, M. (2011). Factores de Riesgo y Factores de Protección en la Adolescencia: Análisis de Contenido a través de Grupos de Discusión. Terapia Psicológica, 29(1),85-95.[fecha de Consulta 29 de Marzo de 2022]. ISSN: 0716-6184. Disponible en:   https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=78518428010

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